“Queremos empezar a salvar vidas”. Con esta frase contundente, Germán Enrique Mejía resume el propósito que ha guiado su trayectoria como ingeniero, docente e innovador. Hoy, la Universidad Tecnológica de Pereira no solo le entrega su título como Magíster en Instrumentación Física, sino que celebra una historia construida con vocación, compromiso y profundo sentido social.




Este nuevo logro, otorgado por la Facultad de Ciencias Básicas, representa mucho más que una meta académica. Es la continuación de un camino que Germán ha recorrido con convicción y entrega, guiado siempre por el deseo de poner la ingeniería al servicio de la vida y la comunidad.
“Estoy muy emocionado. Estos logros nunca son individuales; siempre van acompañados de una cantidad de personas que hacen posible que uno suba ese escalón más en la vida profesional. Mi familia siempre ha sido mi soporte, lo que me impulsa a seguir. También agradezco a mis compañeros de clase y de trabajo, quienes han sido una guía en el camino”, expresó con gratitud.
Ingeniero, docente y constructor de territorio
Ingeniero Electricista desde 2003, también egresado de la UTP, Germán ha participado en importantes proyectos de infraestructura en el Eje Cafetero, dejando huella como contratista de obras eléctricas. Entre sus aportes se destacan su participación en el Parque Ukumarí, la torre de control del Aeropuerto Internacional Matecaña, el intercambiador de Megabús en Dosquebradas, y diversos puentes industriales de la región.
Pero su impacto va más allá de lo técnico. Desde hace más de 13 años, se ha desempeñado como profesor catedrático en la UTP, compartiendo con nuevas generaciones de ingenieros no solo su conocimiento, sino también los valores que lo han guiado como profesional.
Un dron para salvar vidas
El proyecto de grado que lo convirtió en magíster fue desarrollado junto al Grupo de Investigación en Robótica Aplicada y consiste en el diseño y desarrollo de un dron con capacidad para transportar medicamentos, sangre, vacunas o suero antiofídico a zonas de difícil acceso. La iniciativa no solo refleja su creatividad técnica, sino su profundo compromiso social.
Este prototipo fue seleccionado en la convocatoria Ventanilla Abierta de Proyectos de Desarrollo Tecnológico de la Vicerrectoría de Investigaciones, Innovación y Extensión, lo que les permitirá avanzar hacia una segunda versión más robusta, con mejores materiales y tecnología avanzada.
“Queremos empezar a salvar vidas”, reitera Germán, no como una declaración simbólica, sino como una misión concreta: reducir los tiempos de respuesta ante emergencias médicas en zonas rurales y apartadas, donde cada minuto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Raíces diversas, compromiso regional
Nacido en Bucaramanga, criado en Cúcuta y con el bachillerato culminado en Pereira, Germán representa un espíritu nacional con profundo arraigo en la región cafetera. Su familia, originaria de Viterbo (Caldas), está estrechamente vinculada a Pereira, ciudad donde hoy se materializa un nuevo logro profesional.
Además de su vida académica y profesional, es padre de dos hijos: Daniel Felipe (27) y Germán David (14), quienes son fuente constante de motivación. Su historia revela a un soñador incansable, un profesional que ha sabido combinar la técnica con el corazón, convencido de que la innovación debe tener rostro humano.
La Universidad Tecnológica de Pereira se honra en entregar este título sabiendo que Germán Enrique Mejía seguirá llevando el conocimiento más allá del aula, más allá de las obras físicas, para construir un legado de innovación con sentido humano.